Fecha de fundación: 1 de enero de 1992
Apodos: Los de Calle Pirámide, Auriazules, Las Chicas Doradas
Palmarés: En varones, Clausura Torneo Metropolitano 2004 y Copa de Oro 2015. En damas, Clausura 2015 y Apertura 2017.
Temporadas en competencias federadas: 28, desde 1992.
Participaciones internacionales: En varones, cinco participaciones en Sudamericano de Clubes (2000, 2001, 2005, 2010 y 2013), un Mundialito de Clubes (2005) y un Panamericano de Clubes (2019). En damas, un Panamericano de Clubes (2019).
Referentes históricos: José Antonio Espinoza, Ricardo Espinoza, Christian Espinoza, Claudio Hidalgo, Luis Coloma, Jaime Coloma, Diego Jiménez, Julio Aravena, Carlos Páez, Jorge Salgado, Juan José Ginés, Franco Ginés, Gonzalo Andrade, Nicolás Fernández, Felipe Márquez, Benjamín Puentes y Gastón Svriz. En damas, Victoria Orquera, Fernanda Urrea, Roberta Urrea, Javiera Cáceres, Josefina Faure, Vanessa Jamett, Ayleen Garrido, Alexa Tapia, Fernanda Tapia, Brenda Lucero, Catalina Flores y Valentina Fuentes.

La fusión. Los orígenes del cuadro de calle Pirámide se ubican en las últimas semanas de 1991 con lo que estaba sucediendo en dos clubes de la comuna de San Miguel.
Por un lado, en el Instituto Miguel León Prado la congregación marianista había dispuesto el término de los tres equipos que albergaba el establecimiento –León Prado Azul, León Prado Blanco y León Prado Rojo- para dejar sólo uno, un León Prado propiamente tal, con el objetivo de terminar con rivalidades entre integrantes de la comunidad escolar que formaban en alguno de esos elencos. El acuerdo incluía que quienes no estuvieran de acuerdo, podían jugar por otros representativos sin el temor de sanciones por no defender en la competencia al colegio.
Por el otro, el club San Miguel, tras cinco temporadas en la competencia federada, estaba pasando serios apremios

económicos que anunciaban su pronta desaparición. El poco circulante no alcanzaba, incluso, para pagar el arriendo de la Pista Casino El Llano para continuar funcionando como local en aquel embaldosado.
Bastó algunos acercamientos entre los directivos sanmiguelinos y un grupo de “descolgados” leonpradinos –fundamentalmente, miembros del que había sido León Prado Blanco- para dar nacimiento a la nueva institución.
El nombre del naciente club fue el rescate de la denominación de uno de los clubes que habían estado al albergo del IMLP en los años 70, Estudiantil, para unirlo a San Miguel. Además, se mantuvo el uniforme que había lucido San Miguel desde sus comienzos en 1987, vale decir camiseta azul y amarillo que son los colores que identifican a la comuna.
Entre sus fundadores se contó a los dirigentes Rosa Flashar, Carlos Herbas, Rómulo Vargas, Julio Aravena y Claudio Torres.

Calle Pirámide. Si bien el nuevo club contaba con una fuerte raíz leonpradina, desde sus inicios quedó claro que se desmarcaría del establecimiento marianista nutriendo a sus planteles de valores llegados, también, desde otras instituciones.
De esta manera, mientras que desde las aulas leonpradinas se unieron Claudio Hidalgo, Ignacio Moya, Octavio Oltra, Álvaro Vicuña y Francisco Herbas desde otras esferas también se pudo contar, por ejemplo, con Juan Marticorena, desde Camuvi de

Viña del Mar; más los hermanos José Antonio, Christian –quien, tras el argentino Dante Alcaraz asumió la dirección técnica del equipo- y Ricardo Espinoza, quienes volvían a jugar juntos en un mismo quinteto después de un lustro luego de la estancia de los tres en Manuel de Salas y UMCE.
Inicialmente, el ESM oficiaba de local en la Pista El Llano, sin embargo tras las debidas postulaciones se adjudicó el comodato de un terreno ubicado en el patio trasero del que era el colegio Darío Salas, cuya entrada principal era por la calle del mismo nombre frente a la plaza Llico. Comenzó así la ornamentación de lo que hoy es el coliseo auriazul, que incluye su sede social, vestuarios, una tribuna e iluminación artificial.


Entre los grandes. Desde sus comienzos, Estudiantil san Miguel se codeó con los equipos “grandes” del hockey chileno, accediendo a las fases finales del torneo oficial. Como sucedió en la temporada 1994, donde intervino en el hexagonal que vio coronar a UMCE y que completaron Huachipato, León Prado, Thomas Bata y Universidad de Chile.
Eso se trasladó, en el corto plazo, al campo internacional con la clasificación a los Sudamericanos de Clubes y al Mundial de Clubes que se realizó en 2006, en Angola. En

aquella cita, Estudiantil San Miguel –que terminó en la octava ubicación- fue el único representante chileno entre doce equipos italianos, españoles, italianos, brasileños y angoleños.
El record de Otiñano. A principios de 2015 el club de calle Pirámide remeció la escena al anunciar como su nuevo técnico al argentino Jorge Otiñano, avalado por el doble título mundial obtenido con la Selección Argentina Femenina en las citas ecuménicas de 2010 y 2014. También, por su filosofía de juego de rigurosidad estratégica en el campo de juego, resumido en su máxima “no se deja nada a la improvisación, todo lo que se ve en la cancha se ha aprendido con el trabajo que se realiza en los entrenamientos”.

Tras su debut con el subcampeonato en el Torneo de Viña del Mar y en el primer tramo de la Liga de Honor en aquella temporada, donde terminó en el último lugar del hexagonal, los frutos se comenzaron a apreciar antes de lo esperado. “El hockey, por definición, es un trabajo de equipo, está por sobre las individualidades que de repente producen desequilibrio. Y por ser un deporte de equipo lleva un tiempo que se asuma el mensaje del entrenador, porque no es fácil. Creo que a fin de año se verán los frutos. Insisto, llevará un tiempo interpretar lo que quiero, pero eso es normal” había dicho el estratego antes del comienzo del segundo tramo.
Porque a partir de ese momento y con la dirección del sanjuanino, Estudiantil San Miguel comenzó a establecer el record de ganar seis tramos –conocidos también como Ligas de Honor– de forma consecutiva, más la coronación de la Copa de Oro del 2015.

La base de ese plantel la conformaban Jorge Salgado, Franco Ginés y el portero Gastón Svriz, quien había llegado junto a Otiñano. Se sumaba el aporte de nuevos valores como Benjamín Puentes, Cristofer Zárate y Manuel Olave.
Además, con esos seis títulos en tramos Estudiantil san Miguel lidera el historial de ese sistema de torneos, que se encarnó entre 2011 y 2016, con un total de 9 Ligas de Honor, seguido por León Prado (5) y Sagu (5).
Pero eso no quedó ahí porque en la categoría femenina, Otiñano también logró éxitos con la consecución del Clausura 2015. Aquel plantel contó con el aporte de la campeona mundial Alexa Tapia, de Fernanda Tapia en el arco, de la argentina -nacida en Concepción PC- Pamela Burgoa y de las oportunidades a la juvenil Josefina Faure.
Repitió las celebraciones en el Apertura 2017, con la inclusión de las mundialistas Cata Flores y Valentina Fuentes, más las confirmaciones de Ayleen Garrido y Javiera Cáceres.
La estancia de Otiñaño finalizó en septiembre de 2018, cuando retornó a su país para reasumir en la Selección Femenina sugiriendo como su sucesor al jugador de Barrio Rivadavia, Michael Marín. Sin embargo, el fuerte afectó que el estratego tiene para con el club permitió que ayudara en la dirección del equipo masculino, en diciembre pasado, en las finales del Clausura.

Potencia femenina. Cuando el hockey femenil se reinició en nuestro país, en abril de 1995, Estudiantil San Miguel

fue uno de los clubes pioneros que apoyó la modalidad. De hecho, en la primera Selección Nacional de la categoría,
la que jugó el Mundial de Sertaozinho en 1996, una de las guardavallas del plantel, Victoria Orquera, pertenecía al club de calle Pirámide. Posteriormente, el plantel se vio engrosado con el aporte de tres símbolos del hockey-patín chileno: las campeonas mundiales Fernanda Urrea, Roberta Urrea y Alexa Tapia.
En la actualidad, las Chicas Doradas siempre están en la disputa de los primeros lugares con referentes que han dejado su impronta como las ya nombrada Alexa Tapia, Ayleen Garrido, Javiera Cáceres y Josefina Faure, más Fernanda Tapia y Vanessa Jamett.
Lo de estar en los primeros lugares se refrendó el año pasado cuando disputaron la final del Apertura de la Liga WSS ante Universidad Católica, además de ganar la Liga Regular y acceder a las Semifinales del Clausura de la Liga de Honor.
Incluso, tuvieron su primera incursión internacional al debutar, también en la temporada 2019, en el Panamericano de Clubes en San Juan.
Próxima entrega, viernes 24 de abril: Barcelona San Andrés.

Linda historia pero faltaron nombres que aportaron a la fundación con mucho esfuerzo y de distintas posiciones. También aclarar que la opción de no jugar por los colores del imlp en esa época para los que seguíamos siendo alumnos y decidimos migrar no estuvo libre de presiones por parte de la comunidad marianista. La historia también debería mencionar que la creación de ESM significó el rescate de muchos deportistas que producto de la fusión exigida e impuesta en esos año dejaba a la deriva a muchas familias que no compartían la decisión del establecimiento educacional. Lo que se logro en esa época fue la creación del único club social del hockey chileno que no esta ligado a instituciones privadas o publicas de ningún tipo y con el mérito de permanecer en la historia de forma triunfante hasta hoy gracias a sus fundadores y al legado que ha mantenido y mejorado sus nuevas generaciones.