Tras cuatro años de ausencia, producto de la pandemia, esta semana Pablo Jara concretó una nueva edición de su Clínica Hockística, tanto en la pista del León Prado como en la cancha de Forestal en Viña del Mar. La evaluación es positiva, por el nivel deportivo de quienes compartieron en estos días con quien lleva dos décadas radicado y respirando hockey sobre patines en la competencia italiana.
“Estoy contento, porque hacía mucho que no veía a mis papás” comenzó diciendo Pablo a Patines y Chuecas, durante una pausa en sus tecnificaciones.
“Sobre el tema de la clínica, muy contento porque fue un boom. Se inscribieron 75 niñas y niños…”
-Más de lo que tenían presupuestado…
“Siempre esperamos 50 ó 60, como en los años precedentes. Este año fue realmente un boom. Eso me tiene muy contento”.
-¿Qué te parece el nivel que has encontrado?
“Hay niños de muchos clubes, hay un poco de todo. Hay algunos que están muy avanzados, pero todos muy disponibles, con muchas ganas de aprender que es lo importante y lo necesario. Más allá de si hay talento o no, lo que importa son las ganas por aprender. Y con técnicos que ayudan el tema se desarrolla”.
-¿Hay mucha diferencia entre lo que has apreciado acá y con lo que te toca a diario en Italia, en cuanto al nivel en estas categorías?
“Creo que hay niños que están, al menos en el club que trabajo, un poco más avanzados a esta misma edad. El problema pasa, como siempre lo hemos dicho, es que cuando llegan a los 15 años allá empiezan a entrenar un poco más, se toma un poco más serio el tema. Y ahí la brecha comienza a aumentar”.
-Entre quienes están participando contigo vemos a Luquitas Pérez, a quien los que lo han visto jugar dicen que es un pequeño fantasista…
“Sí, hay niños como Lucas que tienen muchas capacidades. También hay un par de niñas que tiene mucho potencial. También entre los niños grandes, que eran el Grupo 3 de esta Clínica, hay algunos que andan muy bien.
“Lo que pasa es que Chile tiene material, siempre lo ha tenido porque una Región como la Metropolitana, que tiene 14 clubes federados más otros independientes, con 100 personas cada uno fácil ya se cuenta con unos mil 400 deportistas. Italia no tiene esa cantidad, tiene menos”.
-¿Cómo qué en Italia hay menos?
“Hay algunos clubes allá que no tienen algunas categorías en las series inferiores. Pero la diferencia pasa por el apoyo de auspicios, que ponen recursos para el máximo desarrollo. Y esa inversión ayuda mucho”.
-¿Por ahí, entonces, se puede explicar un poco el hecho que en los pasados World Skate Games Italia llegó a la final de la categoría juvenil?
“Por supuesto. Y eso es lo que hay que cambiar acá, mayor inversión para el desarrollo de los deportistas. Aquí en Chile hay muy buenos elementos. Y el seleccionador que esté a cargo tiene que tener la capacidad para elegir a los mejores, que es lo que se hace en Italia”.
-En esta versión de la Clínica te acompañaron, en la parte técnica, valores como Josepha Felipe, revelación del hockey femenino el año pasado, y Roberto Vargas, que se ha revelado como un muy buen técnico en la Liga de Honor. ¿Qué te pareció el aporte de todos ellos?
“Beto (Vargas) es un amigo, y estoy contento que me haya acompañado. Josepha, y también Raimundo Campos que también formó parte del staff, son excelentes deportistas ambos. Y en el gimnasio trabajó con los arqueros Luciano Tello, quien estudió y se preparó para compartir sus conocimientos en esta Clínica; junto a Alfredo Barbano, arquero de León Prado y seleccionado nacional, quien tiene mucho potencial. En la parte física conté con Manuel Drago, quien también se especializó. Es un grupo con muchas ganas, a quien se unió Pablo Martínez, un amigo de siempre, quien también nos acompañó junto a Gabrielito Tudela, otro amigo y que, aprovecho de comentar, en la próxima temporada se va al Módena. Con todos ellos, y el entusiasmo de las niñas y niños que participaron, salió todo muy bien”.