El llamado O Major do Portugal sorprendió en la pasada temporada al desbancar, en los tramos finales de la Liga de Campeones de Europa, al Deportivo Liceo, al CE Noia y al FC Porto en la final para prender su segundo blasón continental en sus pabellones tras 34 años de su primera conquista europea.
De esta manera, la tarea, de seguro, será seguir escalando para quedar entre los mejores del Mundial de Clubes de San Juan. En donde, aunque suene redundante, estará justamente lo mejor del orbe hockístico.
Historia. Si bien el hockey sobre patines llegó a Barcelos, ciudad ubicada en el norte portugués en 1938, el tema se formalizó una década después cuando un grupo de jóvenes creó un club como una forma de organizar la disciplina en la urbe. Para ello, aprovecharon una improvisada pista ubicada en el sector llamado Pessegal donde, posteriormente, se construyeron piscinas municipales.
Con respecto al nombres fue a propósito que se anotó Oquei sin H, como es tradicional, como una forma de evitar extranjerizar la denominación del equipo que se conformó el 22 de diciembre de 1947 pero que se formalizó nueve días después tras la correspondiente legalización del Óquei Clube de Barcelos.
Tras varias temporadas en las competencias de Segunda División, sólo en 1985/86 ascendió al estamento principal desde el cual nunca más bajó fortaleciendo la propuesta barcelense y codeándose a la par como los linajudos Sporting, SL Benfica y FC Porto.
El período 1986-2004 es considerado el lapso dorado en la historia del club, alcanzando instancias decisivas en torneos continentales como la Copa CERS y la Copa de Europa. Más específico, a partir de la década de los 90 sus vitrinas se comenzaron a llenar con trofeos locales y títulos internacionales, resaltando su primera Liga de Campeones de Europea en 1990/91. Además, en 1992 fue el primer equipo portugués en adjudicarse la Copa Intercontinental tras apear al Sertaozinho brasileño (1-2 y 7-3).
Luego de un período de sequía de éxitos -por un lado, por la no consecución de logros deportivos; por el otro, fallas en la gestión dirigencial- recién a partir de 2011 comenzó la lenta recuperación del sitial privilegiado. Primero, con el retorno a las competencias europeas; después, con la celebración de triunfos en la escena internacional como la clasificación a la Final de los Cuatro de la Copa CERS en 2014/15. Certamen que se adjudicó al año siguiente siendo la piedra angular del creciente ascenso que se firmó con la segunda Liga Europea, en mayo recién pasado.
Renovación. En esta intertemporada, el conjunto barcelense, literalmente, tuvo que renovar la mitad de su plantel. Emigraron su arquero Conti Acevedo, al SL Benfica; Danilo Rampulla, al Sporting; Pol Manrubia, al FC Porto; Santi Chambella, al HC Braga; más el retiro de uno de sus emblemas, Daniel Oliveira Poka quien pasó a ser director deportivo en la rama.
Para llenar esos escaños han llegado el portero Guillem Torres, directamente del Igualada; Carlos Carlitos Ramos y Killian Gil, desde el Valongo; Franco Tato Ferruccio, desde el Deportivo Liceo; e Iván Morales, proveniente del CE Noia.
Los que se mantienen son el arquero Luís Belchior más el histórico Luis Querido junto a Pedro Silva, Miguel Rocha y Miguel Vieira Vieirinha.
Tal como lo hizo en la pasada Euroliga, los óquistas están dispuestos a protagonizar una nueva sorpresa en el Mundial de Clubes.
