El Inicio de Una Gran Década

La vuelta olímpica en el Estadio Nacional. Fue el inicio de una década triunfal para el hockey chileno.

Tras los Juegos Panamericanos en Puerto Rico, Sandro Pifferi había anunciado su retiro de la Selección Nacional. Sin embargo, el técnico Mario Spadaro había logrado que revirtiera tal determinación, considerando que sería un elemento importante para el proceso que se iniciaba. Por eso, el Gringo era uno de los más contentos con lo obtenido en Santos. “Hace trece años que no conseguíamos un título. Parecía que cada vez se alejaba más esta hermosa posibilidad. Ahora en el cierre de mi campaña he conseguido vivir esta inmensa alegría”, declaró.

Francisco Miranda, autor del histórico gol a los argentinos, fue designado en aquel año el Mejor Hockista de la temporada, de acuerdo a la elección que anualmente realiza el Círculo de Periodistas Deportivos. Recordando el mencionado tanto, Pancho comentó que “fue un contragolpe llevado por Eduardo Tapia por el centro. Le salió Mario Andino y Lalo me la pasó a un costado. Como vi al arquero un tanto abierto lancé un tiro fuerte que entró al arco. Imagínese mi alegría. No me quedó la menor duda que ese partido lo ganábamos”.

El miércoles 21 de noviembre de 1979, durante el entretiempo del partido que jugaba la Selección de fútbol ante el club argentino Estudiantes de La Plata en el Estadio Nacional, el equipo campeón sudamericano recibió una ovación de parte de los 11 mil 705 asistentes al coliseo ñuñoíno. Todo el plantel, encabezado por Mario Spadaro, dio la vuelta olímpica correctamente uniformados con vestón claro y pantalones oscuros con corbata en el tono.

Confirmando que había sido la gran figura de Chile en el Sudamericano, el martes 11 de diciembre Eduardo Tapia integró el equipo Resto del Mundo que enfrentó a Argentina en el Aldo Cantoni, en las celebraciones del primer año de la obtención del título mundial de los trasandinos. La victoria fue para los albicelestes por 4-1, anotando aquel descuento el medio chileno, considerado en esos instantes el mejor en su puesto. Lalo fue dirigido, en aquella ocasión, por el portugués Fernando Adriao –quien no pudo contar con los hockistas españoles porque a “último momento tuvieron problemas para viajar” según publicó la prensa sanjuanina- y compartió camarín con el portero brasileño Paulo Peres Xixa. el estadounidense Scott Huffecker más los lusitanos Antonio Ramalhete, José Rosado, Vítor Rosado, Cristiano Pereira y el mismísimo Antonio Livramento.

El título sudamericano en Santos fue el inicio de una década triunfal para el hockey chileno. Porque –amén del bemol de 1986, cuando se descendió a la serie B tras el Mundial de Sertaozinho- entre 1979 y 1989 la Selección Nacional fue tres veces cuarta del mundo –Talcahuano 1980, Barcelos 1982 y San Juan 1989-, medalla de oro en los Juegos Cruz del Sur –hoy Juegos Odesur- en Rosario 1982 –con goleada 6-1 a Argentina, incluida- y subcampeona sudamericana en Santiago 1985. Y a nivel de clubes, Manuel de Salas fue tercero en el Mundialito de Sertaozinho 1983 –escoltando al Barcelona y al Porto-, además de subcampeón sudamericano en el certamen realizado en la mencionada ciudad brasileña en el mismo año; unción que también logró Thomas Bata en diciembre de 1987, en el certamen disputado en la, en ese entonces, cancha de la UMCE.

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