Tal inercia se quebró en diciembre de 1969 al adjudicarse el título nacional en el certamen disputado en la cancha de Instituto Miguel León Prado. Porque Universidad Católica se adjudicó su primer título nacional, gracias a su disciplina táctica y constante movimiento –guiada por el DT Mario Spadaro- que mostraron sobre el embaldosado leonporadino.
Mientras defendían en cuadrado, cuando atacaban los cruzados salían siempre con tres jugadores –generalmente, Jorge Ibáñez era quien se quedaba en retaguardia mientras Sandro Pifferi buscaba a Hugo Valdivia y Wilfredo Parra, quienes no tenían posiciones fijas en el frente de ataque buscando el desmarque-.
Toda esa elasticidad les permitió acceder a la última instancia, enfrentando a rivales de fuste como Huachipato y Viña del Mar. Y en la final, su rotación contrastó con el 2-2 estático que exhibió Santiago que tenía como aval su ofensiva conformada por los hermanos Soto –entre Luis y Carlos anotaron 25 goles, más de la mitad del total que registró el representativo capitalino en el certamen-.
Dato destacable fue la inclusión en el equipo universitario del incombustible Wilfredo Bendeck, quien sumaba su nuevo título nacional a su exitoso currículum deportivo.
En primera ronda, los cruzados vencieron a la Universidad Técnica (8-1) y Universidad de Chile (10-0), empatando con Huachipato (2-2). En semifinales desbancó a Viña del Mar (2-0) para imponerse en la final a Santiago (2-1).
Fue éste el último relumbrón en la Serie de Honor, no así en la categoría juvenil donde a fines de la década de los 70 también se adjudicaría los torneos nacionales de la correspondiente serie.
Sin embargo, en 2010 sumó un nuevo gran hito al acceder a la final del XXVI Sudamericano de Clubes Campeones, disputado en el GOM de San Miguel. En primera ronda la UC venció a Portugués de Brasil (5-4), Llano Subercaseaux (7-1) y Olimpia de San Juan (5-4). En semifinales, dio cuenta de Universidad de Chile (5-4) para caer en la instancia suprema ante el ya nombrado Olimpia (0-6).